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Real Betis | vs | CA Osasuna |
3 | 0 |
El encuentro perpetrado ante el Leganés ha quedado en la memoria colectiva como el ejemplo de lo que no se debe hacer en un campo de fútbol. Dos partidos después, al Betis no se le termina de ir ese aire mustio, depresivo, flojo. Pero gana. Lo hizo ante el Recreativo sin pasar del centro del campo y frente a Osasuna después de una primera parte lamentable. Otra más. No cabe más que quedarse con lo bueno, con los tres puntos, y con el pensamiento de que ya queda un día menos para volver. El resto sigue siendo un abismo irremediable a estas alturas. Las carencias seguirán apareciendo, no hay vuelta de hoja. Unos días más y otros menos. Pero con esta velocidad de crucero perderá poco o nada, ya que en ciertos puestos no hay color y porque a los demás no les llega la camisa al cuerpo.
Gran parte de este fácil triunfo ante Osasuna se debe a Dani Ceballos. Lleva demasiado tiempo empezando los partidos desde el banquillo y tampoco es que haya cometido un crimen. Simplemente, bajar algo su nivel de juego, cuestión perfectamente comprensible en un joven. Pero relegarlo más allá del pertinente toque de atención no tiene sentido, sobre todo si la alternativa es Cejudo. O Pacheco. O Lolo Reyes. O el que sea. Su dinamismo contagió al resto, después de unos primeros cuarenta y cinco minutos de vergüenza. Coincidió su entrada con una subida de revoluciones del partido. Todo el mundo corrió más. Menos era imposible. Y Dani Ceballos comenzó a tirar jugadas interesantes, de mucha calidad. Un recortito por aquí, un pase intencionado por allá. Tímidamente, creó una especie de sociedad con Portillo que en las próximas semanas se debería consolidar. Aparecieron las constantes en un equipo muerto hasta la entrada de Dani Ceballos.
Suyo fue el pase del primer gol a N'diaye. Regate en el área que pareció fácil y servicio a placer para que el senegalés intentara disparar al palo dos veces. La primera lo logró. La segunda, no. La segunda ya fue para dentro. Ahí se acabó todo. Osasuna es o jugó peor que el Leganés, que tampoco se sabe muy bien. Claudicó sabiendo que por delante le quedaba un mal rato. Rubén Castro (extraño cambio el suyo) aprovechó una cantada colectiva para apuntillar. El tercero hizo que la mañana acabara con poderío. Esto es como termina y la gente se marchó razonablemente contenta con la situación: consolidado en el primer puesto, sin rivales que le tosan en el horizonte y con la certeza de que con Dani Ceballos hay futbolista. No es fácil que un chaval de 18 años cambie un partido. Mel debe dejarse de cuentos de hombre de fútbol y darle el protagonismo que merece.
Real Betis (3): Adán, Molinero, Bruno, Jordi Figueras, Varela, N’Diaye (Lolo Reyes, minuto 78), Xavi Torres, Álvaro Cejudo (Dani Ceballos, minuto 46), Portillo, Rubén Castro (Rennella, minuto 70) y Jorge Molina.
CA Osasuna (0): Riesgo, Javier Flaño, Vujadinovic, Loties, Echaide (Nekounam, minuto 85), David García, Loé (Kodro, minuto 78), Álex Berenguer (Olavide, minuto 67), Sisi, Roberto Torres y Nino.
Goles: 1-0, minuto 59: N’Diaye. 2-0, minuto 66: Rubén Castro. 3-0, minuto 88: Jorge Molina.
Árbitro: Sagués Oscoz, vasco. Amarilla para Echaide, Jordi Figueras, Javier Flaño y David García.
Clave
Entró y el equipo fue otro. Despertó a sus compañeros y dio el pase del primer gol.