Liga Europa (2014/2015) > 1/16 de final. Ida

1-0: Buen resultado ante un gran rival

Puede parecer un 1-0 un resultado corto para ir tranquilo a Alemania, pero no sólo por esa diferencia de un solo tanto, que también, sino porque el Borussia Mönchengladbach es un excelente equipo. Pero lo positivo, lo muy positivo, es que el Sevilla FC, el tricampeón de esta bendita competición que le cambió la vida, es muy competitivo y hasta en días de muchos sufrimiento, ante un rival de mucho cuidado al que sólo le falta una delantera algo mejor para ser claramente equipo de Champions, es capaz de ganar y además dejar la puerta a cero. Es muy a tener en cuenta esa capacidad sevillista tantas veces demostrada de no darse por vencido y hasta superar a equipos que aparentan ser mejores. 

Unai Emery alineó a los once jugadores que se esperaban en la víspera. No había mucho más, porque ya conocen la plaga de bajas que padece el equipo. Y desde el primer momento, ese once sufrió mucho porque se jugaba al ritmo que querían Kramer y Xhaka, dos pedazos de medios que van a sonar y mucho en el fútbol de máximo nivel. El Borussia tenía el balón y se proyectaba con cierta facilidad hasta los tres cuartos de campo sevillista, pero entre las paradas de Sergio Rico, muy buenas, ese carácter de equipo sólido cuando se pone a trabajar y que la puntería de la gente de arriba del equipo alemán es quizá su talón de Aquiles, pues se puede uno explicar el empate del primer tiempo. Vitolo lo intentaba por potencia, y era el jugador más relevante en ataque en esos momentos, pero no conectaba con casi nadie porque la presión alemana le venía grande al físico de Banega y casi hasta al de Reyes. Sin estar nadie a un mal nivel, excepto el solitario Bacca, el Sevilla se mostraba inferior a su potente enemigo.

Tras el descanso, cambiaron las tornas. Adelantó el Sevilla la presión y tenía más pelota, lo que pasa es que el Borussia también se adaptó a esa nueva forma de colocar los peones y sacó su versión contragolpeadora. Menos mal que estaba Rico y esa falta de acierto en los metros finales para seguir manteniendo vivo a un Sevilla que sí que ya llegaba más y con más peligro. De repente, Emery hizo un cambio inexplicable que le salió de cine. Reyes empezaba a carburar y el técnico vasco lo sentó para darle el lateral a Diogo. ¿Cómo? ¿Perdón? Pues mano de santo. Porque el portugués y Aleix Vidal intercambiaron posiciones constantemente y empezaron a crear mucho fútbol por esa banda derecha que sólo Emery vio de ese modo. Por ese costado llegó el gol de Iborra, tras un excelente pase medido de Pareja (otro de la casa) a la incorporación de Diogo, que vio a Iborra para que desde el punto de penalti, esta vez sí, acertara a meter la pelota en la meta alemana. Fueron los mejores minutos de un Sevilla que estaba siendo capaz de cambiar el rumbo de las cosas. Y llegaron algunas ocasiones más que incluso pudieron redondear un marcador excelente, pero no hubiese sido lo justo por el nivel exhibido por el rival. En Alemania pasará lo que tenga que pasar, pero de nuevo el Sevilla se hizo grande en un momento clave. 

Sevilla FC (1): Sergio Rico, Aleix Vidal (Deulofeu, minuto 92), Nico Pareja, Daniel Carriço, Fernando Navarro, Iborra, Krychowiak, José Antonio Reyes (Diogo, minuto 54), Éver Banega (Denis Suárez, minuto 87), Vitolo y Bacca.

Borussia MG (0): Sommer, Jantschke, Stranzl, Domínguez, Wendt, Kramer, Xhaka, Hazard, Johnson, Raffael (Kruse, minuto 79) y Hrgota (Hermann, minuto 69).

Gol: 1-0, minuto 70: Iborra.

Árbitro: Aleksandar Stravev, macedonio. Amarillas para Jantschke, Xhaka, Vitolo, Stranzl, Kramer y Daniel Carriço. 

Figueiras

Otras veces muy criticado, en esta ocasión lo hizo todo bien desde que salió al campo. 

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