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Real Betis vs. Real Sociedad
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RCD Espanyol vs. Real Betis
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Real Betis vs. Real Sociedad
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Racing de Santander vs. Real Betis
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Real Betis vs. Dudelange
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Girona vs. Real Betis
Real Betis vs. Athletic de Bilbao
Olympiacos vs. Real Betis
Valencia CF vs. Real Betis
Real Betis vs. Sevilla FC
Alavés vs. Real Betis
Real Betis vs. Levante UD
Repaso con todas las letras. Inesperado repaso añadiría. Porque el Betis venía ya lanzado, con el viento a favor y con Mel hecho al equipo y el equipo hecho a Mel. Pero después de muchas jornadas invicto, camino de un récord, llega el Leganés, se disfraza de Bayer de Munich, y deja en ridículo al líder de Segunda, que además jugó unos 50 minutos en superioridad numérica. Muy doloroso todo, la verdad.
Pepe Mel no se quebró la cabeza. No tenía por qué. Su equipo venía bien, con mejores resultados que juego, pero bien, y sólo tenía por tanto que cubrir la baja de Varela, sancionado, con respecto al equipo que machacó a Las Palmas. El lateral procedente del filial no es un puntal, pero una vez más comprobado el nivel de Casado, se puede acostar en la banda izquierda, dormirse 85 minutos, y todavía sería titular por delante de su presunto competidor interno. El nivelito de Casado, sin embargo, no justifica la primera mitad del Betis. Ayuda, sí, pero no lo dice todo. No quiero exagerar, aunque al periodismo la hipérbole es la que le da de comer, pero el Leganés perfectamente se pudo haber ido al descanso ganando por cinco o seis goles de diferencia. Un rodillo. Una máquina que dominaba el juego, que mandaba, y que además se plantaba de gol con una facilidad tremenda, sobre todo aprovechando la debilidad del citado Casado y de Molinero. Los laterales del Betis, todo el Betis, pero especialmente los defensas laterales, estaban absolutamente superados. El Leganés pudo adelantarse ya en el minuto 22, en la enésima penetración por banda, pero Diamanka parecía estar en fuera de juego aunque con la ayuda del monitor se pudo comprobar que no era así. Daba igual. Un par de minutos después, llegaba el primer tanto válido. Pirula que se traga Casado como si de un juvenil se tratara y Adán, que paró bastante, porque mucho le llegó, pero que estuvo mal también, no opuso resistencia para evitar esa primera cuchillada. A Mel se lo llevaban los demonios. El tal Dimanka aparecía por todos lados, tuvo un par de ocasiones más que claras para poner más tierra de por medio. El medio senegalés, protagonista de esa primera mitad, para lo bueno y lo menos bueno, marró, porque si las metiera, a ese nivel, estaría en el Chelsea, pero lo cierto es que es del Leganés y que viene del Rayo B. Luego lo demostró más claramente. Mel se quería morir y decidió quitar a Portillo para meter a Dani Ceballos. En realidad daba lo mismo porque el Leganés dominaba todo el campo. La grada no daba crédito porque el líder parecía un pelele, pero el citado Diamanka, con una tarjeta amarilla y media en su espalda, se lo puso fácil al árbitro, que se vio obligado a expulsarlo por una enésima falta. Parecía un punto de inflexión.
Parecía que el mejor equipo que ha pasado por el Villamarín en todo el año se iba a derrumbar ante tal fatalidad. Pero nada de eso. En la última jugada de la primera mitad, otro gol, de estrategia, donde otra vez se pudo comprobar de qué estamos hablando cuando nos ponemos tan desagradables con la defensa del Betis. Y lo mejor de esa primera mitad, insisto y subrayo, fue el resultado.
Tras el descanso, pese al mazazo del segundo gol en el descuento y ya con uno menos, los optimistas, yo por lo menos, esperábamos una especie de reacción del Betis. Algo para medio justificar el día. Pero la verbena ya estaba instalada. En la primera jugada prácticamente de esa segunda mitad, otra faltita bombeada que los defensas del Betis no aciertan a despejar y que terminan dejando al capitán del Leganés a cinco metros de Adçan con el balón controlado en los pies para fusilar. Y fusiló. Mel volvió a reaccionar, quemando todas las naves. Hizo de golpe dos cambios tribuneros, metió a Vadillo y Rennella, por Lolo Reyes y Dani Pacheco. Daba igual. Incluso se escuchan olés en la grada, de pura impotencia, porque el Leganés, con diez, estaba bailando al Betis de una forma que por momento era hasta ofensiva.
Estaban siendo minutos muy dolorosos en los que al menos se le pudo dar algo de ritmo a Vadillo, que en ese sentido, aprovechó la triste jornada, porque jugó con vergüenza y personalidad. Quedaban mucho tiempo por delante, para lo bueno y lo malo. Y aunque el Leganés estaba siendo infinitamente superior, con tanto delantero bético en cancha, y bueno, en el Villamarín, con uno más... pues se podía soñar con una remontada de esas para recordar. Se necesitaba un gol como fuera para estimular a la gente. Y fue Vadillo quien se lo fabricó. Jorge Molina aprovechó su arrancada. El Leganés acusó todo lo antes dicho. Quizá también con ese miedo que le entra al que tiene un tesoro pero lo tiene que llevar al banco andando por medio de un barrio conflictivo. El conjunto madrileño ya no quería jugar. Quería acabar. Alguna contra montó, pero sin fe. Hubo más cambios estratégicos, pérdidas de tiempo... ese otro fútbol que sale solo cuando se dan este tipo de situaciones. Pero el Betis no castigó eso. Los balones que le quedaron a gente como Molina y Rubén no acabaron en gol, y pasaban los minutos, rápidamente. Mejor así, porque estaba siendo todo muy penoso.
Real Betis (1): Adán, Molinero, Bruno, Jordi Figueras, Casado, Portillo (Dani Ceballos, minuto 35), Lolo Reyes (Rennella, minuto 50), N'Diaye, Dani Pacheco (Álvaro Vadillo, minuto 50), Rubén Castro y Jorge Molina.
CD Leganés(3): Serantes, Mantovani, Soriano, Postigo, Marc Bertrán, Morán, Eraso, Diamanka, Álvaro (Carlos Delgado, minuto 87), Aguirre (Eizmendi, minuto 77) y Prendes (Rubén Peña, minuto 62).y Prendes.
Goles: 0-1, minuto 22: Eraso. 0-2, minuto 45+1: Marc Bertrán. 0-3, minuto 47: Postigo. 1-3, minuto 72: Jorge Molina.
Árbitro: González Fuertes, asturiano. Expulsó por doble amarilla a Diamanka (minuto 40) y a Asier Garitano, técnico del Leganés (minuto 41). Amarillas para Marc Bertrán (minuto 12), Jordi Figueras (minuto 73), Dani Ceballos (minuto 80), Soriano (minuto 83) y Álvaro Vadillo (minuto 87).
Vergüenza torera, decisión, una buena asistencia y un par de disparos peligrosos. El único que aprovechó el nefasto día.