muchodeporte
Rafael Nadal Parera me saca de este cansancio que tiene que ver con tantas cosas, unas buenas y otras malas, para reflexionar sobre su penúltima lección, esta vez fuera de las pistas. Rafa Nadal se planta en una rueda de prensa y dice cosas que nos ayudan a entenderle a él y muchas veces hasta a nosotros. Uno de los megacampeones más megacampeones de la historia del deporte mundial se 'desnuda' emocionalmente, habla de lo que siente, de cómo pretende al menos intentar arreglarlo y una vez más se reta consigo conmigo y con la historia para volver a ser ese jugador absolutamente fuera de lo común que es capaz de poder con todo. Dice que el juego vuelve a tenerlo, que tiene tenis suficiente para competir con esa legión de tenistas mejores que él técnicamente que años y años han ido perdiendo partidos y títulos ante él sin entender muy bien por qué. Nadal asegura que el problema es mental, que necesita sentirse de nuevo templado para lograr que ese punto, el que ganan los que más pueden, vuelva a caer de su lado siempre, hasta conseguir que el rival llore o simplemente admita que ese partido, otro, no se lo va a poder ganar a ese tenista que parece peor que algunos pero que le gana a todos. Y si no lo logra, pero sigue en el camino, millonario como es, con todo hecho, pues entonces no estaremos hablando ya del mejor tenista de todos los tiempos, seguramente estaremos escribiendo sobre un mito del deporte. Asegura que no tiene que acudir a ningún psicólogo para reencontrar su camino, que esto sólo es tenis. Y entiendo lo que dice. Sí le vendría bien seguramente una charla con Espartaco, el gran Juan Antonio Ruiz, el Nadal de la cosa taurina.
