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Cuidar a Dani Ceballos como activo de presente y futuro del Real Betis no es pagarle lo que pida en su primer contrato serio. Se trata de un chaval de 18 años que por supuesto que va a ganar dinero, posiblemente mucho, a lo largo de su carrera, pero para formarle, para que la persona y el futbolista cumplan más años en progresión y armonía, hay que hacer algo mucho más difícil que darle lo que pida, cuando lo que pide, en su actual situación, es una locura, que lo es. La tarea es convencerle a él y a su ambicioso entorno familiar y profesional que hay que manejar los tiempos, que hay que ir dando pasos. Y posiblemente sea una locura que N'Diayé gane más que él, que lo es, pero porque en el disparatado mundo del fútbol se cometa un error, éste no debe arrastrar una cadena de errores toda la vida. Y yo ya veo, con la prensa a favor de los dineros de estos millonarios adolescentes, y con la afición con el típico "págale lo que haga falta", a una directiva cogida por esa parte que ustedes saben teniendo que ofrecerle a un prometedor novillero el sueldo de un figurón del toreo. Un dinero que no se tiene. Se imaginan a unos padres que cuando su hijo, un santo, muy bueno estudiando y en todas aquellas cosas que nos importan a los padres, 'negocia' su primera paga y reclama por ejemplo, 1.500 euros al mes para empezar a hablar, pues que toda la familia empujase a favor del niño, porque es muy bueno, porque hace lo que debe y además muy bien. "Venga, no sean tacaños, delen ya los 1.500 euros para que se vaya con los amigos, que es muy bueno, muy santo". Suponiendo que los padres tengan ese dinero, si se lo dan, yo no sé si ese hijo o hija sería igual a partir de ese momento. Yo tampoco sé qué sería de Dani Ceballos, con 18 años, si de repente se transforma en un millonario. El crecimiento tiene que venir paso a paso. Yo no digo que tenga que ser lento, porque en el fútbol toda va a mucha velocidad, a toda pastilla, pero hasta así, reconociendo esa particularidad, hay que dar pasos. Y si el Betis, cuando Ceballos firme este nuevo contrato razonable, mejorado, sigue en esta línea, pues debería tener la generosidad y la vista de seguir subiendo ese sueldo, hasta que todas las partes estén confortables con ese contrato. Y si Dani Ceballos tiene un nivel que le permita jugar en un equipo más grande deportivamente hablando que el Betis, pues que cuando esté preparado, si quiere, pues se vaya como se van los jugadores buenos: con un espectacular contrato bajo el brazo para él y dejando el dinero adecuado en el club que lo lanzó. Esos son los pasos. Los atajos acaban mal. Juan Carlos Ollero tiene que ser hábil en este tema, sin duda, pero el jugador debe ser sensato y sensible con el club que les permite estar en un maravilloso escaparate y disfrutar de mucho minutos de élite para que algún día, muy pronto, ya verán, ese futbolista y su familia sean ricos de por vida.
